El curtido es el proceso que abarca, desde que la piel recién despellejada llega a la curtiduría, hasta que es terminada por completo.
El proceso es bastante variable, ya que hay varias formas de curtir las pieles, aunque las más conocidas son las curtición al cromo, la curtición vegetal y la mixta.
Para preparar las pieles, primero hay que curarlas con sal, proceso que tarda desde 16h hasta 30 días, dependiendo del método utilizado. Al terminar este proceso, las pieles se mojan en agua para eliminar la sal y en una solución de cal y agua para el ablandamiento del pelo. El proceso de eliminación de dicho pelo es denominado labrado y se hace utilizando una máquina y un cuchillo romo para los restos.
Sin importar el tipo de curtido que se realizará después, las pieles siempre se limpian de pelos, grasa y sal y se remojan en agua por un periodo de 6h a 2 días.
Dicho esto, profundizaremos en los dos tipos de curtición más conocidos, el vegetal y el mineral.
El curtido vegetal es realizado a base de tanino. Este último es producido naturalmente en la corteza de los árboles, como por ejemplo, castaño, roble, cerezo, etc. Las pieles son estiradas sobre marcos y sumergidas en tanino durante varias semanas. El producto obtenido de este tipo de curtición será flexible y de más valor comercial, por lo que este tipo de pieles suelen ser más caras que las curtidas al cromo.
En la otra cara de la moneda, tenemos el curtido mineral, que de normal suele utilizar cromo. Este tipo de curtido es más rápido que el vegetal (tarda menos de 1 día) y produce cuero ideal para marroquinería o confección de prendas. Las pieles curtidas al cromo tienen un color azul claro, conocido como Wet Blue.
El último paso para terminar el proceso de curtición es el acabado. Este último depende de la finalidad que se le quiera dar a la piel, pues puede ser encerada, enrollada, cortada, teñida, etc.
Cada proceso de curtición es único y da como resultado un producto durable, de calidad y ecológico, ya que las curtidurías aprovechan las pieles de los animales que han sido sacrificados para la alimentación y así se aprovecha la totalidad del mismo, sin que estos sean sacrificados exclusivamente por su piel.
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